Lo común nos invade. A pesar de todos los métodos actuales de calidad que se han aplicado en las organizaciones como Seis Sigma, la gestión integral de la cadena de valor o la administración de relación con el cliente; seguimos tan indiferenciados! Principalmente porque las ideas se transmiten ahora a “velocidad de la luz”, en streaming.
Somos esclavos del pensamiento centrado en el costo del producto, en lugar de la creación de valor. Continuamos con la teoría que ganar es ahorrar centavos en cada unidad producida, sin darnos cuenta de que existe la posibilidad de dar grandes saltos en la innovación de conceptos, de servicios.
El tiempo para que algo parezca novedoso se acortó a la décima parte en la última década. Veamos a los antiguos “maestros de la copia”: la China. A pesar de trabajar en disminuir costos, tienen ahora ejércitos de investigadores, desarrolladores, creativos y altas inversiones en tecnología.
¿…y seguimos pensando en commodities?