“Ahora, el problema es que, en calidad de gerentes o ejecutivos, nuestras obligaciones de supervisión y guía administrativa trascienden nuestro ámbito personal y el de nuestra familia. Y el hecho es que en estos años, algunos líderes empresariales han eludido alegremente tales responsabilidades. Y por eso en muchos países, los ejecutivos ocupan los últimos puestos en índice de confianza”. (Gary Hamel)

A muchos gerentes (o jefes!) se los ve lejanos de los deseos de sus clientes. Parecería ser que el mundo empresarial se ha convertido en un gran desfile de modas o un “reality show”, donde los ejecutivos se pelean por el primer lugar en el rating televisivo o en aparecer en todos los medios de comunicación. Se asemeja a un concurso escolar de popularidad sin nada de condumio o de principios que agreguen valor.

Entonces habría que preguntarse: ¿acaso yo si soy un verdadero guía, un verdadero conductor?

 

Diego Ignacio Montenegro

Diego Ignacio Montenegro

No siempre estuve involucrado con el marketing y la gestión. Realmente podríamos decir que fue un proceso de “descubrimiento”, de “iluminación forzada”. Si debo hacer una auto-presentación, tendría que recurrir a un esfuerzo separado por zonas temporales o épocas que tienen una amplia relación con los ciclos de mi vida. El ejercicio debería ser simple (o vamos a tratar de hacerlo!) y necesariamente debe quedar incompleto. El llenar esos espacios dependerá de cada uno de los lectores, críticos, argumentadores y consejeros de DiegoIgnacioMontenegro.com, que más que un blog de marketing trata de ser una experiencia en “las entrañas empresariales”, en todos aquellos elementos profundos de cambio que estamos experimentando.

No-thinking. No-phone. No-drugs.

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