Seguimos insistiendo que el marketing (y hasta la estrategia) es sólo arte. Arte tan subjetivo que suele ser dirigido, por decir menos, por “seres especiales y subliminales”.
Podemos “tele-transportar” elementos artísticos para juntarlos a las buenas ideas; sin embargo necesitamos de manera imprescindible de la ciencia, del mundo científico, de la metodología para poder hacer las ideas realidad con una ejecución más ordenada, sin olvidar el elemento “pasión”.
La balanza debe ser equilibrada con diferentes personalidades y generaciones trabajando dentro del mismo equipo.